tanto que
me puse
el vestido que
me regalaste,
y me olvidé
de lo cortito
que es,
y no tuve
en cuenta
al viento,
y se me vuela,
y muestro
la bombacha
al viento,
y se me vuela,
y muestro
la bombacha
en la avenida,
y me da fiebre;
pero no del frío
y me da fiebre;
pero no del frío
que tomé con el
vestido corto:
es fiebre de
extrañarte.
extrañarte.
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